El pleno municipal aprueba, por unanimidad, un ajuste de los impuestos municipales para dar cumplimiento a la normativa de reforma de la Administración Local de Navarra aprobada por el Gobierno de Navarra en 2019. A este ajuste habrá que sumar además la nueva ponencia de valoración aprobada en octubre. Los tres grupos políticos municipales, LOIU, PSN y UPN, han refrendado en la sesión plenaria el acuerdo que habían alcanzado en la Comisión de Hacienda.
Ajuste en los tipos impositivos
Con esta medida, el consistorio sigue dando los pasos necesario para cumplir con la Ley Foral 4/2019, de reforma de la Administración Local de Navarra que, estipula que el tipo de gravamen de la contribución deberá estar comprendido entre el 0,25% y el 0,50%; la norma también marca un periodo de cinco años para incrementar los tipos de gravamen. En el caso de Lodosa, la idea es ajustarlo al mínimo exigido por la Ley.
El Ayuntamiento de Lodosa inició ese mismo año la senda para ajustar el impuesto de la contribución territorial al mínimo exigido por la ley, “de manera lenta pero progresiva”, según palabras del entonces alcalde Pablo Azcona Molinet. La pandemia, y la crisis que le siguió, truncaron estos planes ya que, en los ejercicios de 2021 y 2022, el consistorio lodosano optó por no elevar los tipos impositivos para no agudizar aún más la situación existente tras la crisis del Covid-19.
Ahora, y puesto que está a punto de vencer el plazo marcado por la Ley Foral, es necesario comenzar a subir los tipos impositivos de la contribución, algo que también se hará de forma gradual entre el próximo ejercicio y el siguiente hasta cumplir con los límites que marca el Gobierno de Navarra. De esta forma, el tipo impositivo pasará del 0,185 que se aplicaba hasta ahora al 0,21 que se aplicará a partir del próximo año.
En este sentido, la alcaldesa de Lodosa, Laura Remírez, señala que “los tres grupos municipales hemos acordado subir la contribución para ajustarnos a la Ley Foral, así que deberemos subir hasta el 0,25 en los próximos ejercicios”. De lo contrario, añade Remírez, “si no llegáramos al mínimo exigido por la normativa actual, el Ayuntamiento sería sancionado”.
La primera edil reconoce que “lo podríamos haber hecho de forma más paulatina en los dos últimos ejercicios, pero ante la situación económica que dejó tras de sí la pandemia, el consistorio optó por congelar tasas e impuestos, así que decidimos que era mejor no subir, en ese momento, el tipo impositivo de la contribución”. Remírez señala que “ahora no podemos esperar más ya que está a punto de concluir el plazo máximo fijado por la Ley”.
Remírez también ha hecho hincapié en que “han sido constante las subidas del IPC, en los últimos años se ha incrementado en torno al 16,9 por ciento, eso marca los costes de los servicios que presta el consistorio, de los sueldos o de todo aquello que tiene que adquirir el Ayuntamiento; así, apunta que “también nos tiene que servir de referencia, aunque las subidas de impuestos están muy por debajo de ese porcentaje, ya que el consistorio ha querido evitar estos años que ese ‘coste de la vida’ acabe afectando a las familias y a las empresas de Lodosa”.
Nueva ponencia de valoración
Paralelamente, el pasado mes de octubre se aprobó una nueva ponencia de valoración, que ha venido a actualizar el último documento de referencia de valores catastrales que era de 2016.
En este sentido, Laura Remírez explica que “el Ayuntamiento ha llevado a cabo obras de mejora en varias calles y zonas del casco urbano, se ofrecen más servicios, también las viviendas y las edificaciones tienen más y mejores servicios por lo que, consecuentemente, el valor de las viviendas también ha subido”. Y es que, la alcaldesa señala que se da el caso de que es en las zonas del municipio donde más vecinos y vecinas residen como es el centro, la cava o los barrios con residencias unifamiliares, donde el ajuste va a ser más pronunciado”.
La nueva ponencia de valoración aprobada en el Pleno del pasado mes de octubre eleva el valor catastral de aquellas zonas donde mayor número de mejoras se han producido, de igual manera se ven afectadas las viviendas unifamiliares.
El Ayuntamiento calcula, que con la subida del 0,21 por ciento en la contribución, las arcas municipales ingresen 100.000 euros más por ejercicio, pasando de recaudar 490.000 euros a cerca de 600.000 euros.
Finalmente, en cuanto a las tasas municipales, Laura Remírez ha señalado que “hemos optado por la congelación del resto de tasas, así que todo permanecerá igual”.