Los trabajos se realizarán a través de una subvención de 200.000 euros incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Las instalaciones de la residencia de Lodosa se van a ver mejoradas, permitiendo así una atención más eficiente de las personas usuarias. La empresa que gestiona el centro, GSR, recibirá para ello una subvención de 200.000 euros vinculada al Plan de apoyos y cuidados de larga duración incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Los trabajos servirán para crear dos unidades de convivencia que incluyen las habitaciones de las personas usuarias y otras zonas comunes. Asimismo, se habilitará una unidad psicogeriátrica que debe ocupar un espacio diferenciado del resto del centro. Cuestiones que se garantizarán con los trabajos que se van a llevar a cabo en este edificio de propiedad municipal.
La alcaldesa de Lodosa, Laura Remírez, ha celebrado que se vayan a ejecutar estos trabajos que servirán para seguir mejorando la atención y el cuidado de nuestras personas mayores. “Al igual que se hizo antes del COVID y durante la pandemia, el Ayuntamiento seguirá trabajando en la misma línea: mano a mano con la residencia”, ha explicado la primera edil que ha añadido, además, que “la pandemia nos ha hecho aprender mucho en cuanto a convivencia y ha cambiado, sobre todo, nuestra forma de vida, más si cabe en las residencias y en lo que se refiere al cuidado de nuestros mayores”. Es por eso, explica Remírez, que “había que reestructurar partes importantes del edificio y esta ayuda nos facilitará llevar a cabo todo lo aprendido durante el COVID puesto que esta obra servirá para dividir la residencia en diferentes espacios de convivencia”.
En este sentido, Remírez ha señalado que “se va a redistribuir la segunda planta del centro para poder configurar las dos nuevas unidades, así que nuestros mayores dispondrán de espacios más acordes a sus necesidades”. Una nueva organización que “facilitará el trabajo de las técnicas, lo que se reflejará en una mayor atención y cuidado en las personas dependientes y las autónomas”. Remírez ha afirmado que “las familias también van a beneficiarse con el cambio ya que se crearán espacios comunes que permitirán encuentros más íntimos con su familiar.”
La primera edil ha señalado que “las habitaciones mantendrán su configuración actual, lo que cambia son las zonas comunes para ambas unidades”. En concreto, ha manifestado que para crear la unidad convivencial se va a reconfigurar la zona existente alrededor del patio, habilitando zonas comunes; una para comedor, así como unas cocinas exclusivas para esta unidad. De igual manera, se adaptará el aseo geriátrico que ya hay en la zona que pasará a contar, además, con un espacio para almacenaje.
Finalmente, la unidad psicogeriátrica contará con una zona específica de comedor y con un baño geriátrico con anteaseo, que cumple con la dotación exigida, al tiempo que se va a reconfigurar el acceso a las zonas comunes de la unidad.